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La incertidumbre hace mella en los jugadores de Aurora

Aurora cumplió ayer 38 días sin entrenarse. La difícil situación económica que atraviesa el club celeste en plena cuarentena obligó a suspender los ensayos del plantel profesional mediante la plataforma Zoom.

 

Según el golero David Torrico, uno de los factores para que el primer plantel deje de ejercitarse es que los futbolistas que perciben salarios bajos no cuentan con dinero para solventar el servicio de internet en sus domicilios.

El Equipo del Pueblo dejó de prepararse el pasado lunes 25 de mayo y, hasta la fecha, sus integrantes desconocen cuándo reanudarán su trabajo.

“Se descontinuó el trabajo por determinación del presidente (Cornejo); nos dio vacaciones pagadas hasta nuevo aviso. Uno de los motivos fue que algunos jugadores no contaban con internet en sus casas”.

Torrico dijo que hasta ahora el directorio no se pronunció sobre el retorno a los entrenamientos, aunque admitió que es complicada la reanudación del torneo Apertura por la expansión del virus en varias regiones del país.

“No hemos tenido ninguna comunicación al respecto, estamos esperando que nos dicen”, sostuvo.

El arquero de Aurora defendió su hipótesis sobre la incertidumbre que existe por el retorno del fútbol en Bolivia, aseverando que la mayoría de los clubes no están en la capacidad financiera de solventar los tests de Covid-19 a los futbolistas cada 72 horas, además de la logística que se debe tener para evitar que los deportistas se infecten.

“La Federación Boliviana de Fútbol lanzó una convocatoria para contar con unas dos mil muestras de PCR para detectar el virus. Si no hay para la gente, menos para los jugadores”, dijo.

Torrico insistió en que hay que priorizar la salud por sobre todas las cosas y que, por el momento, no están dadas las condiciones para volver a la actividad futbolística.

“Lo más importante es tener buena salud, el fútbol no se va a perder. Sería una riesgo regresar cuando el número de contagiados continúa subiendo. Además, no hay hospitales, todo está colapsado. Imagínese si algún compañero se contagia”.

No obstante a ese panorama adverso, el golero cochabambino de 33 años señaló que no bajó la guardia y sigue entrenándose individualmente en su domicilio, ubicado en la zona norte de la ciudad.

“No queda otra que adecuarse a las circunstancias; en casa realizo trabajo físico con pesas, también salía a trotar por mi barrio cuando la cuarentena era dinámica”, puntualizó.

EL GOLERO CUIDA A SUS PADRES

“Soy fuerte, puedo combatir el virus; pero mis papás ya son mayorcitos, por lo tanto, debo cuidarlos como el oro”, señaló el portero de Aurora David Torrico.

El futbolista contó que vive con sus padres, Joel Torrico Salazar (80) y Marcelina Claros Claros (76), por lo que cumple rigurosamente los protocolos de seguridad cuando retorna a casa, después de abastecerse de alimentos.

//Los Tiempos

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