Sociedad

Bolivia, entre los países con mayores ataques, amenazas y hostigamiento a periodistas

Los periodistas bolivianos llegan a su día como muestra de la precarización laboral, desempleo estructural, subempleo, inestabilidad laboral y condiciones precarias de trabajo, pero además en un país donde predomina los mayores ataques, amenazas y hostigamiento a los trabajadores de la prensa.

“En Bolivia, los ataques, las amenazas, la censura y el hostigamiento por parte del Estado y las fuerzas progubernamentales, atentan regularmente contra la libertad de prensa. Los ataques hacia los periodistas se han intensificado, especialmente los de la Policía”, señala un informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Este viernes 10 de mayo, se recuerda el Día del Periodista Boliviano. Esta fecha fue instituida en 1938 durante la presidencia del Germán Busch con el objetivo de reivindicar los derechos de quienes ejercen el periodismo como profesión.

RSF precisa que Bolivia está entre los países con mayores ataques hacia periodistas, ya que descendió del puesto 124 al 117 entre 2023 y 2024, debido a que obtuvo 48,8 punto sobre 100 y está en la categoría de “situación muy difícil” para los periodistas.

Uno de los casos se dio en diciembre de 2023, cuando el periodista de Unitel, Iván Arraya y su camarógrafo, además de una comisión de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) de Santa Cruz, fueron víctimas de una emboscada por interculturales.

Otro de los casos sonados y que quedó en la impunidad fue el violento secuestro perpetrado por encapuchados armados con escopetas contra 17 personas, de cuales siete fueron trabajadores de la prensa. El hecho ocurrió el 28 de octubre de 2021.

Asimismo, no solo son periodistas quienes sufren las agresiones, sino también medios de comunicación independentes, ese es el caso de la radio yungueña FmBolivia que fue silenciada por una resolución de la gubernamental Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT).

También está el caso del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) que rechazó entregar permisos de circulación vehicular a periodistas de El Diario y limitó el número de autorizaciones a diario El Deber, para la jornada del Censo Nacional de Población y Vivienda, que se realizó el 23 de marzo.

Además, el pasado 6 de mayo, la página www.eldeber.com.bo sufrió un ataque cibernético y en ella aparecieron mensajes que alentaban al odio e incitaban a promover ataques contra funcionarios de Gobierno, pero el periódico cruceño logró recuperar el control.

Otro caso reciente fue la citación de la Fiscalía a la periodista Ximena Galarza, para que declare en calidad de testigo en un caso interpuesto por la simpatizante del MAS, Lorgia Fuentes. La citación quedó sin efecto luego de la protesta de las asociaciones de periodistas.

El Observatorio de Defensores de Derechos de Unitas informó que durante el 2023, se dieron 143 vulneraciones a la libertad de prensa, los mismo se desagregan en 30 relacionados con la agresión física o psicológica contra periodistas, 28 amenazas o amedrentamientos, 23 incumplimientos al deber de protección de periodistas, 20 impedimentos de acceso a la información, 13 estigmatizaciones, siete ataques a medios de comunicación, siete incumplimientos al deber de investigación y sanción, seis actos de censura, cinco violaciones a la reserva de fuentes, dos casos de asignación discriminatoria de publicidad oficial y un caso de criminalización y otro de incumplimiento al debido proceso.

Precarización laboral extrema

El estudio “Situación de las condiciones de trabajo y de los derechos laborales de las/os periodistas en Bolivia” del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) reveló que en los últimos 15 años se reportó, en el ámbito periodístico, un aumento en el desempleo estructural, el subempleo, la inestabilidad laboral y las condiciones precarias de trabajo del sector.

“El 79% de los que participaron en el sondeo (152 periodistas de los nueve departamentos) entre asalariados e ‘independientes’, indica que labura en empleos o trabajos bajo contratos diversos —flexibilizados y por períodos de tiempo cortos—, y solamente el 21% tiene empleos estables con contratos indefinidos en condición de dependientes”, señala parte del estudio en su punto trabajo en condiciones de inestabilidad y sin derechos.

Asimismo, el estudio detectó que solamente el 28% de los periodistas está afiliado a una de las cajas de salud, mientras que el 45% no tiene ningún seguro médico.

Además, indica que el 70% de los periodistas dejó de aportar para su jubilación y para otras prestaciones sociales debido a que los contratos laborales ya no son fijos y que el trabajo temporal como “periodista niega este beneficio o porque su condición de independiente ya le permite continuar aportando”.

“Solamente el 30% indica que continúa aportando, aunque la mayor proporción lo hace de manera discontinua, probablemente por la inestabilidad de sus empleos y de sus ingresos que limitan aportar regularmente. La interrupción de los aportes por períodos considerables o la discontinuidad de los mismos podrían incidir en el cobro de rentas ínfimas en el futuro o, probablemente, en no recibir pensión alguna”, indica el informe del Cedla.

También menciona que en todas las empresas periodísticas del país se han producido despidos y aquellos que son recontratados experimentaron “el recorte drástico de los salarios de los periodistas de planta en aproximadamente 40% a 50%, y la liquidación de casi todos los bonos económicos que gozaban en un período anterior, como los bonos de antigüedad, de transporte, la prima anual e, incluso, el aguinaldo”.

En palabras del periodista Juan José Toro “este 10 de Mayo será uno de los peores días del periodista boliviano desde que la fecha fue instituida como tal” pues “para nosotros, quienes vivimos de y para informar a la gente, el asunto es más que evidente, puesto que se siente en nuestros estómagos y bolsillos”.

Fuente: El Día

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